lunes, 7 de junio de 2010

El imperio de la belleza


ser flaca, ser joven, despejada de huellas de caracter en el rostro, ser blanca, ser tetona (siempre erecta psp), ser panzaplana, ser cuero, ser popular, ser perfecta... solo unas cuantas necesidades imperiosas de "ser" parecida a cierto tipo de mujer, la mujer bella que cada día semeja una mujer de un solo tipo (exceptuando el tinte del cabello)
Ayer, en mi leeento y aburrido desplazamiento por las calles de Lima, solo en Miraflores, conte 1,184 imagenes de mujeres lindas y perfectas en esos afiches publicitarios que abundan en las paredes de las casas y tiendas, en las azoteas, los postes, las bermas centrales, los moldes y salientes de las fachadas, en la carátula e interiores de periódicos y revistas que se exponen en los kioskos, y un largo etcétera. ¡La creatividad de los publicistas para encontrar lugares que te salten a la vista, es digna de admiración! Personalmente no me impresionan, pero forman parte de la cultura de mi mundo y no puedo hacerme la desentendida. En este tiempo, resulta que las mujeres de mi colectividad se clasifican segun cierto dictador de la belleza... cierto tipo de belleza.
La belleza, que es nuestra profunda afición mujeril, nuestro espacio femenino privado, nuestro poder, se convierte en nuestra cadena. El encanto de un color en tus párpados, la flexibilidad de una forma, el movimiento de tu mano, el atractivo de la sombra bajo tu vientre, la caida de una tela a lo largo de tus redondeces, TODO está ahora codificado y reglamentado en los territorios de los árbitros de la belleza. ¡A visitar a los expertos!
¿Qué belleza? "Cuanto más se acerque a la imagen de un(a) adolescente ambiguo, más bella será la mujer", me susurran y me gritan los miles de afiches en la calle. Miro a mi alrededor, no encuentro ninguna mujer real que se parezca a esas imágenes retocadas por fotoshop. Por ahí logro distinguir una amiga, que es diseñadora gráfica, y se ocupa de retocar fotografias de modelos para una revista de hombres. Le pregunto ¿y tú por qué no te retocas para parecerte a ellas? Se ríe, "yo soy de otra clase, yo vivo de mi trabajo, no de mi figura" En ese momento, en mi mente se cierra el círculo. Hay dos clases de mujer: las mujeres del placer (¿masculino?) y las mujeres de la reproducción. ¿A dónde estoy yo? ¿A dónde estás tú?

Parece que hace varios milenios no hay nada nuevo, la historia de la humanidad sigue en lo mismo, nada ha cambiado...mmmm No se por qué ¿tú qué crees?
Pero siempre es posible mandarse mudar. Te envio mi última instantánea:




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