viernes, 9 de abril de 2010

¿Por qué las zorras no viven en manada?

La primera respuesta que se me ocurre es que su peculiar aroma espanta . Pero, mmm, sospecho que nada es tan simple. Pienso en mi propia condición de crónica solitaria. ¿Por qué no soy parte de la alguna cofradía religiosa, por qué las feministas no me invitan a sus cuchipandas, por qué nunca formo parte de los grupos VIP y tampoco me encuentro con la gentita en los lugares que frecuentan, en fin, ¡¿Por qué no compro en Guon?!!!
Esto es serio y desesperado, No lo tomes de manera banal porque sé que te estoy hablando a ti, castigada alma zorruna-femenina. Como a tí, a mi me enseñaron a usar calzones que disimularan mi olor. ¡Como si fuera feo! Lo que no me dijeron las mujeres que me educaban, es que me estaban protegiendo de los depredadores (ahora la Iglesia Católica les llama "pedófilos) En casa teníamos uno y las mujeres lo vigilaban con el rabillo del ojo, pero no lo expulsaban porque era "hombre" y ellas creían -creían- que sin ellos no se podía vivir. Entonces, trataban de "controlar" el daño" cortándome el pelo, poniéndome calzoncitos y convenciéndome que debía moderar mi naturaleza sensual. ¿No te suena conocido?
Pero el pelo crece, la sexualidad habla alto, la rebeldía nos empuja al mundo. Un día busqué a las Hermanas . Ya había recorrido los antros de disipación, las moditas metaleras, los baños de gym y las sectas ideologicas (empezando por la católica y siguiendo por las tiendas políticas). Buscaba al Clan, la Manada, la Familia del Alma, el grupo que hablara claro y alto para decirme: No apestas, tu sexualidad huele bien, tu mente piensa claro y tu afición a la verdad no ofende a nadie. Las Hermanas no eran monjas, sino mujeres de ideas desinhibidas, feministas pues.
Las Hermanas Feministas hablaban dulcemente a mi oído acerca de los "derechos" de la mujer. Y yo lo creí. Creí que ser mujer y oler a zorra podían convertirme en sujeto de derecho en todas las manadas, que nadie más me cerraría la boca(las piernas) con la censura abierta o encubierta de la sociedad.
Eso fue hace tanto tiempo que ya ni me acuerdo. Sólo chispazos de memoria reviven escenas a aquel tiempo. Las lideresas feministas abandonaban las reuniones para atender la comidita de sus maridos, se cortaban el pelo, se afilaban las uñas para controlar sus propiedades familiares y, ajjjj, disimulaban el poderoso olor de su sexo. Duré muy poco tiempo en esa manada.
Me expulsó la intolerancia. Un día se me ocurrió hablar claro y alto acerca de algún tema -cualquiera- y rompí el secreto pacto de silencio que une a las zorras castradas. El Grupo, discreto y elegante, miró hacia otro lado y se puso a conversar de esas banalidades que gustan a todas.
¿Por qué las zorras son solitarias? Pues porque apestan a verdad y de verdad. Si tu olfato es delicado o eres una preciosa zorrita castrada, no te acerques, plis.

3 comentarios:

  1. Buen día Zorra de Abajo

    Una pregunta: ¿la verdad apesta?

    Saludos
    Carlos el baterillero

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  2. la verdad tiene un aroma intenso y penetrante (pene+entrante). Por eso, un estado de cosas que se queda congelado tiene que correrse de todo atisbo de verdad o de sexualidad (penetrante). El costo de taparnos las narices y hacer como si no exitiera lo que nos incomoda, es la tristeza.. depresion como le conocemos en nuestro tiempo. Si te gusta la verdad y el gozo que proporciona el buen sexo, te aconsejo la sana costumbre de las zorras: alejate de las manadas

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  3. Que bueno.... algún día serán manada...

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