¿relaciones a distancia?

Esta noche conversé con él. Me llamó, como lo hace al menos 3 veces por semana desde que descubrió la manera más barata de llamar por larga distancia, y conversamos de todo. De mis cosas, mis chambas, mis reflexiones. De como hay un aprendizaje intransferible que se gana viajando, y viviendo en lugares distintos al tuyo y que no llegas a comprender hasta que te pasa. De si se va o no al África por tres semanas, pagando todos sus gastos para acompañar a un grupo de chicos universitarios, y resolviendo que no va. De su madre que va cayendo por la curva inexorable de los años.

Reímos acordándonos de detalles de nuestros viajes juntos, como cuando discutimos por qué yo quería comprar el atún de 5 soles (porque es de atún, pues!!) mientras él insistía en comprar el grated xx de 3 soles. Le conté esta noche lo decepcionada que me puse cuando, hace tres años, luego de amanecer de nuestra primera noche en Satipo me despertó en la mañana mientras pelaba la piña más barata que encontró en el mercado local, mientras yo me decía que qué sentido tenía ahorrar comprando en este mercado, si la piña más cara seguramente costaría la mitad de lo que me cuesta en el Wong.

Este es el primer verano (suyo) que no estamos pasando juntos, después de cuatro años seguidos en los que hemos compartido las vacaciones de alguno de los dos o de los dos juntos, en algún lugar del mundo, en su casa o en la mía. "Jugar a la casita" ha resultado por un tiempo, sobre todo me ha sorprendido lo bien que nos llevamos, lo cómodos que nos sentimos compartiendo tiempos juntos.

Pero hasta ahí, nomás...