domingo, 21 de junio de 2009

FELIZ DIA


Con pesar y algo molesto, el taxista de esta mañana me lo confirmó: “Es que, señora, el día del padre no se siente tanto…como el día de la madre”. Sí pues, todavía somos un país con el síndrome del padre ausente: cantidades de demandas de alimentos, familias abandonadas, mujeres haciendo de padres y madres, niños y niñas no reconocidos. Machismo puro ejercido para el control, goce y la des-vinculación con lo femenino y sus resultantes, que (ojo amigo taxista) hace que la figura materna y las expectativas sobre ella crezcan, no siempre a nuestro gusto, que heroínas a ese precio, mejor: ¡colabora varón!.
Pero también están aquellos que llevan su paternidad como todos unos patriarcas, cumpliendo, protegiendo celosamente e imponiendo su autoridad por encima de todo diálogo y cercanía. Y estamos las hijas e hijos que con suerte hemos crecido con un padre presente pero desdibujado, ninguneado, marginal, con el que sólo nos reencontramos, ya adultas/os para tan sólo aceptarlos y quererlos, que socialización, sistema, carencia de modelos...ya el tiempo pasó.
Mientras que las mujeres hacemos crecer la vida, parimos y amamantamos, la paternidad es siempre adoptiva, vínculo asumido o no sobre la vida que engendró, como dice R. Lerner. Por eso quizás su complejidad y su dificultad para quienes hacen de ella una elección y un compromiso amoroso.
Pero como que ya es tiempo de ver mayores esfuerzos para renovar los viejos roles que tanto les molestan (machos proveedores, normativos, fuertes), se necesita verlos más en los consultorios pediátricos, escuelas de padres, asumiendo su parte de responsabilidad en la desnutrición y mortalidad infantil, vamos amigos formen sus Clubes de Padres, organicen sus marchas y reivindicaciones, hagan terapias, no sientan culpa, conversen de pañales,exijan publicidad de detergentes dirigidas a Uds. pues ¡qué lisura...qué poco reconocimiento!

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